Boy-scouts Fantasy

Moikka!

El Domingo pasado, aproximadamente a la hora del brunch, me encontraba viendo plácidamente una película de zombis en el ordenador (sigo sin tele, al menos hasta el mundial) cuando comencé a escuchar sonido de tambores bajo mi balcón turkulainen. Mi primer pensamiento fue: "ya está aquí la cruz de guía de San Benito". Pero obviamente, unos femtosegundos después me percaté de que estaba a 4000 km de la Calzá, ergo eso no podía ser nada cofradiero. Y más cuando aquí son luteranos, y la Semana Santa ya pasó. ¿Que paska es eso entonces? Procedí a asomar el hocico al balcón, y me topé con lo siguiente:



Muy raro todo. Pensé que eran muy pequeños para ser militares, y que además no llevaban armas. Pero estaban uniformados y marchaban al paso. ¿Qué será? Bueno, los que tengáis un cociente intelectual ligeramente superior al de un mono titi, seguro que lo habréis adivinado por el título de la entrada.

Tras acabar de brunchear, y al aparecer el bello mensaje de "you have watched 72 minutes of video today", decidí ir al laboratorio a acabar de hacer unas cosillas pendientes y adelantar algo del lunes. Como ese finde me habían prestado una bici, tras terminar en el labo me di una vuelta por el centro de la ciudad, ansioso de saber más sobre el suceso que había presenciado desde el balcón y que había llamado poderosamente mi atención. Y pedaleando llegué a la plaza de la Catedral y me encontré con esto:



Investigando un poco, me enteré de que los boy-scouts finlandeses hacen ese desfile una vez al año. Cuando llega la primavera, invierten un dominguito en pasear por el centro marchando alegremente en formación. Este año además era especial porque se cumplen 100 años de la llegada del escultismo a Finlandia. Y para celebrarlo, se juntaron 4000 scouts de toda la región de Turku en un mega-desfile por las calles de la capital.

Fui scout durante 10 años, en el grupo Lucus Solis, de Sanlúcar la Mayor (¡un fuerte abrazo a todos los del Lucus, presentes y pretéritos!). Me llamó especialmente la atención lo militarizados que siguen por aquí. En España, por lo poco que conozco, recientemente parece que hay enormes esfuerzos por parte de las asociaciones scouts actuales por despegarse de la cultura castrense. Por ejemplo, hace unos años las unidades se llamaban tropa, comandos, rovers... y luego les cambiaron los nombres por esculta, clan... Además, se eliminaron los colores verde y marrón, para cambiarlos por el azul, y huir así de cualquier relación visual con lo militar.
Personalmente creo que si se toma lo bueno de cultura militar, puede ser muy instructivo y beneficioso para la desorientada juventud actual. Se potenciarían valores tan necesarios para la muchachada de hoy día como son el orden, el respeto por la autoridad, la disciplina, la responsabilidad, la superación personal, la cooperación, el compañerismo... En resumen, que a mi me gustaría que los scouts de hoy día fuesen unos pequeños Baden-Powell, como en sus orígenes, y no unos pequeños Manu-Chaos, como parece ser la tendencia actual.
Esta ha sido mi reflexión garrafón de la jornada.

Adjunto otro videíto artesanal. Atentos al espectacular plano-travelling tarantiniano hecho desde la bici prestada:



Y eso es todo. Entre el laboratorio y ver los boy-scouts, eché un dominguete la mar de entretenido. Bueno, después fui al cine, pero tampoco es algo de una relevancia como para ponerlo en el blog.

Como es tarde y mi capacidad de invención es limitada a estas horas, para despedirme copio-pego un fragmento del último mensaje de Baden-Powell, fundador del movimiento Scout:

"(...) el camino verdadero para conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los demás. Intentad dejad este mundo un poco mejor de como os lo encontrásteis (...)"

¡Buena ruta y buena caza!